Nuevo año, nuevos propósitos…
Iniciamos un nuevo año, empezamos 2023, con un montón de nuevos propósitos, todos nos ponemos a dieta, dejamos de fumar, de beber alcohol, nos apuntamos al gimnasio, empezamos algún curso de Inglés, todas buenas acciones, todas, con las mejores intenciones intentando cambiar nuestra vida.
Estos hábitos saludables nos hacen estar bien. La duración de los mismos depende mucho de cada persona y de nuestra fuerza de voluntad.
Simplemente ponemos parches en nuestro día a día, ponemos pequeñas tiritas emocionales para intentar estar bien, pero muchos de nosotros simplemente no estamos contentos con nuestra vida y buscamos pequeños triunfos para ir caminando, para ir pasando sin pena ni gloria por nuestra existencia.
Vivimos permanentemente en a carrera de la rata, y lejos de parar y tener perspectiva seguimos imbuidos en una espiral de estrés y velocidad donde ejecutamos ordenes como máquinas hasta que llega el fin de semana y allí volcamos nuestras frustraciones en dos días de disfrute fingido.
Pues nuestro autor Carles Navarro nos enseña que hay otro camino, que se puede cambiar y se puede vivir la vida que queremos, desde su libro “La vida que yo quiero. Atrévete a vivir la vida a tu manera”. Enlace al libro:
Donde el autor nos narra en primera persona su cambio de paradigma y como se puede acceder a tus sueños y vivir de una manera diferente.
Simplemente es una forma de ver la vida heterogénea, un texto, una herramienta para perder el miedo de dar el salto a cumplir tus sueños. Un libro que mediante el ejemplo nos abre muchas puertas para interiorizar que el cambio es posible, que no hay que ser millonario para cambiar, para vivir viajando o tener tiempo para disfrutar.
Que mejor hábito para empezar el año nuevo que con un buen libro, una lectura de esas que te cambian por dentro, que te hace replantearte tus fundamentos y te ayuda a empezar una catarsis.
Después de leer o mejor dicho disfrutar este libro, cuanto menos nos hace recapacitar en esta vida llena de consumismo, donde el trabajar como un burro para comprar cosas que no necesitas. Donde puedes ver otras vidas, otras experiencias y poder como mínimo ver que hay otras formas de vida y replantear nuestra propia existencia.
Donde no hay cultura la libertad no existe.
