Hay historias tristes, hay relatos desgarradores, llenos de rabia con situaciones al límite donde la violencia lo inunda todo. Hay otros textos donde la pena, la avaricia, los malos tratos son el hilo conductor, pero siempre tenemos presente que la realidad supera a la ficción…

Y uno de estos libros biográficos donde estos sucesos parecen increíbles, y la realidad se vuelve terrible, donde una mujer tiene que luchar por su vida, por su familia e incluso por su libertad, aquí es donde encuadramos esta novela corta, Resurgiendo de sus cenizas de Tania Nagoya, esta narración llena de violencia, prostitución y sexo en un viaje por Colombia, Japón y España.

Su protagonista que por miedo a esos mundos marginales publica este libro con el seudónimo de Tania Nagoya, tiene que luchar lo indecible para salir hacia adelante, donde no hay vuelta atrás y cada día se convierte en un infierno. Un averno donde la vida no vale nada y tu cuerpo es un mero pedazo de carne a los ojos de los depredadores humanos más sedientos.

Una existencia que llega a presentarse como un viaje al abismo, a la pobreza inhumana donde se pierde la fe en el ser humano, pero Tania Nagoya es una luchadora, un ser lleno de fuerza que lucha hasta la extenuación, y gracias a una fe inquebrantable nos relata cómo salir de ese mundo sórdido y oscuro.

Descubrir como se borran los sueños de una adolescente, como es engañada y utilizada para los fines más sórdidos e incluso como teme por su vida, es lo que nos cuentas en esta historia.

Pero todo este entramado de maldad se ve desde una perspectiva diferente, porque a modo de cuento, la historia termina con un final feliz. Una moraleja que nos reconcilia con la vida y nos hace ver que la esperanza es lo último que se pierde.